Llegar a Lisboa en tren es una experiencia maravillosa, especialmente cuando se viaja desde cualquier punto de Europa. La ciudad cuenta con varias estaciones de tren, pero la principal es la Estação do Oriente, diseñada por el famoso arquitecto Santiago Calatrava. Esta estación no solo es una obra de arte en sí misma, sino que también es un importante nudo de conexiones, facilitando el acceso a diversas partes de la ciudad y del país. Otro punto clave es la Estação de Santa Apolónia, situada más cerca del centro histórico y proporcionando una llegada más directa al corazón de Lisboa.
En cuanto a los servicios de transporte y líneas de transporte público, las estaciones de Lisboa están muy bien conectadas. Alrededor de la Estação do Oriente y la Estação de Santa Apolónia, se pueden encontrar varias opciones de transporte público, incluyendo metro, autobuses y taxis. El metro de Lisboa es especialmente útil, con líneas que conectan fácilmente las principales atracciones turísticas y áreas residenciales de la ciudad.
Para aquellos que deseen empezar a explorar Lisboa inmediatamente después de su llegada, recomiendo tomar el metro desde la Estação do Oriente o la Estação de Santa Apolónia. Esto les permitirá acceder rápidamente a sitios emblemáticos como la Plaza del Comercio, el Barrio de Alfama o el Monasterio de los Jerónimos en Belém.
En resumen, comenzar tu aventura en Lisboa después de llegar en tren es cómodo y sencillo. Desde las principales estaciones, el transporte público te ofrece una puerta de entrada a la exploración de esta magnífica ciudad, llena de cultura, historia y una vibrante vida urbana. Solo asegúrate de tener a mano un mapa del metro y estarás listo para sumergirte en la belleza de Lisboa.