Llegar a Copenhague, la capital de Dinamarca, en tren es una experiencia eficiente y placentera. La ciudad se conecta excelentemente con el resto de Europa gracias a su sistema ferroviario, permitiendo a los viajeros ingresar a través de diversas rutas internacionales. La principal puerta de entrada es la Estación Central de Copenhague (Københavns Hovedbanegård), ubicada estratégicamente en el corazón de la ciudad. Esta estación es un punto neurálgico no solo para los trenes internacionales sino también para los locales, facilitando el acceso desde y hacia diferentes partes del país.
Alrededor de la Estación Central, los visitantes encuentran una amplia gama de servicios que hacen más cómoda su estancia. Desde aquí, se puede acceder fácilmente a hoteles, restaurantes y puntos de interés turístico. Para aquellos que buscan explorar más allá, la red de transporte público de Copenhague ofrece opciones como autobuses, trenes S-tog (un sistema de trenes urbanos) y metros, todos perfectamente integrados para facilitar el movimiento por la ciudad.
La estación está bien equipada con información al turista, donde se pueden obtener mapas y recomendaciones sobre cómo moverse. Además, opciones como el alquiler de bicicletas están disponibles, aprovechando las excelentes infraestructuras ciclistas de Copenhague. Esto permite a los visitantes explorar la ciudad de una manera más flexible y cercana, sumergiéndose en su ambiente único.
Para comenzar a visitar Copenhague, desde la Estación Central, lo ideal es dirigirse primero al cercano Jardines de Tivoli, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo, que ofrece tanto diversión como historia. Este es un excelente punto de partida para luego explorar otras atracciones centrales como el Palacio de Christiansborg y la famosa sirena de Copenhague, sumergiéndose en la rica cultura y la vibrante vida de la capital danesa.