Para llegar a Ámsterdam en tren, puedes tomar un servicio de tren desde varias ciudades europeas. Las conexiones más comunes son desde Bruselas, París y Colonia. La estación principal en Ámsterdam es la Estación Central (Amsterdam Centraal), que está convenientemente situada en el corazón de la ciudad, facilitando el acceso a diversas atracciones.
La Estación Central de Ámsterdam es un punto neurálgico de transporte. Desde aquí, puedes acceder a trenes regionales y nacionales, así como a servicios internacionales. Además, la estación cuenta con conexiones de tranvías y autobuses que te llevarán a diferentes partes de la ciudad y sus alrededores.
Cerca de la Estación Central, encontrarás varias opciones de transporte público. Los tranvías de GVB son una excelente manera de moverte por el centro, mientras que los autobuses y metro ofrecen rutas hacia áreas más alejadas. También hay servicios de bicicletas en alquiler, lo que es ideal para explorar la ciudad a tu ritmo.
Una vez que llegues a Ámsterdam, comienza tu aventura en la Plaza Dam, donde podrás disfrutar de la arquitectura histórica y visitar el Palacio Real. Desde allí, puedes pasear por los famosos canales y descubrir museos como el Rijksmuseum o la Casa de Ana Frank. La ciudad está llena de vida y cultura, lista para ser explorada.